Lenguaje y emoción: La importancia de nombrar nuestras emociones
- Fernanda Ossandón
- 17 ene 2024
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 1 mar 2024
Una de las premisas del Coaching Ontológico, es que concebimos al ser humano como ser lingüístico, en el sentido de que “nuestra realidad” y la forma en que interactuamos con el mundo están intrínsecamente ligadas al lenguaje. Es así como desde la Ontología del Lenguaje se postula que:
No sabemos cómo son las cosas. Solo sabemos cómo las observamos o cómo las interpretamos. Vivimos en mundos interpretativos.
Es a partir de esta última premisa que me parece fundamental conferirle el poder al lenguaje como herramienta intrínseca del ser humano, para que así de manera consciente podamos utilizarlo a nuestro favor, y darle el protagonismo al lenguaje como generador de realidad y acción en nuestra vida. Trayéndolo así como elemento fundamental a la hora de desarrollar nuestra sabiduría emocional partiendo desde la importancia de nombrar nuestras emociones, a través del lenguaje.
Somos los únicos seres que vivimos en el lenguaje y esa no es para nada una actividad trivial. - Humberto Maturana
Desde la Neurociencia: La importancia de nombrar nuestras emociones para el cerebro
El neurocientífico, Dr. Matthew Lieberman, y su equipo de la UCLA realizaron una investigación innovadora utilizando la fMRI (imagen por resonancia magnética funcional) para explorar las complejidades de las emociones y el procesamiento cerebral asociado. Descubrieron que el sufrimiento emocional está vinculado a áreas cerebrales específicas, destacando especialmente la amígdala, una estructura clave en la regulación de nuestras respuestas emocionales.
En el marco de su estudio observaron que etiquetar las emociones tenía un impacto significativo al reducir la actividad en la amígdala. Este fenómeno sugiere que expresar verbalmente nuestros sentimientos puede contribuir a mitigar la intensidad del sufrimiento emocional.
a esto lo llamó “etiquetado de los afectos”.
Además, se identificó que la corteza prefrontal, región cerebral asociada con la verbalización de pensamientos y la producción del lenguaje, se activaba durante este proceso, derivando también en la conclusión que verbalizar lo que enjuiciamos como un “problema” podría derivar en un mayor entendimiento y alivio emocional.
Beneficios del etiquetado de los afectos o etiquetado emocional
Por lo tanto, la importancia de ponerle nombre a nuestras emociones, y a través del lenguaje conferirle palabras a nuestras experiencias emocionales, nos permite no solo conocernos mejor y comunicar efectivamente nuestras emociones hacia los demás, sino también nutrir y ejercitar capacidades cognitivas asociadas con la corteza prefrontal, lo que nos ayudará a tomar mejores decisiones, gestionar con mayor sabiduría nuestras emociones, comunicarnos y organizarnos mejor. Esta conexión entre educación emocional y fortaleza cognitiva destaca la importancia de cultivar una comprensión profunda de nuestras emociones.
Algunas prácticas que te pueden ayudar para fortalecer tu etiquetado emocional:
1. Ampliar tu vocabulario emocional: Si solo conocemos los nombres de unas cuantas emociones, nuestro mundo emocional estará limitado a eso. Haz una lista de todas las emociones que tengas a la mano, y luego agrega nuevas de ellas, poco a poco profundiza en qué significa para ti cada una e identifícalas en tu cotidianeidad, para que así comiences hablar el lenguaje de las emociones, y con su sabía información puedas tomar decisiones más consciente y en coherencia en tu día a día.
2. Especificar emociones: en lugar de decir "me siento mal", expresar "me siento abrumada" o "me siento frustrada".
3. Journaling o diario emocional – de vida: Puse “Journaling” porque está muy de moda, y es interesante darle sentido a través del lenguaje a una práctica de antaño que es clave para el desarrollo de nuestro mundo interior. El escribir tus experiencias emocionales, y lo que aparezca cuando estés al frente de esa hoja en blanco te proporcionará una oportunidad para verbalizar tus emociones y, por ende, activar la corteza prefrontal como lo hablábamos. En esta “aventura” seguro que podrás ir reconociendo nuevas emociones en ti, o aparecerán algunas muy repetitivas, lo cual te servirá para poder darles espacio y tomar acción. Recuerda que las emociones vienen para darnos información, y estas nos predisponen a la acción. ¿Qué te quieren decir? ¿qué te predispone a hacer?
4. Conexión y consciencia corporal: Las emociones las sentimos en el cuerpo, si no tenemos conexión con nuestra corporalidad probablemente nos sea muy difícil identificar aquello que estamos sintiendo, o incluso darnos cuenta que estamos sintiendo. Al no tener conexión con nuestro cuerpo, probablemente sintamos las emociones solo cuando ya nos gritan, y se expresan a en una intensidad donde ya es complejo poder canalizarlas.
EJ: El yoga, el mindfulness, cualquier práctica que sea una especie de meditación o que tenga movimientos más lentos, involucrando la respiración, y aún mejor si es en movimiento, te ayudará a conectar con las señales más sutiles que tu cuerpo te envía.
Un ejercicio cotidiano es, sentada o tumbada en la cama, hacer un escaneo corporal, e ir tomando consciencia de cada parte de tu cuerpo junto con la respiración, y así poco a poco irás generando una conexión más sutil con tu corporalidad, pudiendo identificar cuando está diferente también.
5. Conversaciones reflexivas y profundas: Generar conversaciones o participar en grupos y talleres, que hablen acerca de cómo se sienten, sobre la vida misma, una especie de práctica filosófica sobre la existencia humana o de lo que nos rodea.
Somos seres sociales y es con otras personas que aprendemos, es lindo ver que alguien puede vivir una historia muy parecida a la mía y sentir muy diferente a mí, y tanto más que aparece en estos espacios colectivos.
6. Terapias: Hay diversas terapias que pueden ayudarte con esto, en este caso las terapias enfocadas a lo narrativo podría ser de gran ayuda para fomentar tu expresión verbal de tus experiencias emocionales, indagar en ti para generar una mayor compresión de tu mundo interior, ponerle nombre y resnificar lo que se necesite puede ser clave para ejercitar este músculo.
Lo más importante es que te haga sentido, o sino se desvanecerá en su ausencia.
Concebir al lenguaje como creador de realidades y ser conscientes del impacto que tiene en nuestro mundo emocional, nos da el poder de modificar nuestra manera de estar siendo en el mundo. Sin embargo, a veces la gramática no nos alcanza, por lo que resulta fundamental desarrollar auto consciencia corporal y emocional también.
En los procesos de Coaching Ontológico que acompaño trabajamos todo lo anterior, especialmente el mundo emocional. Te invito a que si quieres explorar tu relación con tus emociones, expandir tu vocabulario emocional, conocer más tu corporalidad y sumergirte en tu historia para que hoy puedas tomar mejores decisiones y ser más consciente de lo que quieres, nos conozcamos para acompañarte en este viaje hacia adentro.
Co-construyamos un espacio reflexivo y profundo que te permita transformar tus emociones en herramientas para tu crecimiento personal, autoconocimiento y amor propio. Agenda una sesión gratis para conocernos aquí.
Con cariño
F
Comments